Ya han pasado tres meses desde el día que pisé por primera vez el hospital y la maternidad del Health Center IV de Lodonga, en Uganda. No puedo estar más feliz con la decisi
ón que tomé de dejar Barcelona una temporada y embarcarme en esta aventura africana. El impacto que me llevé al ver el que iba a ser mi nuevo lugar de trabajo, fue duro. Al principio, mi reacción fue: “¿Qué hago yo aquí? No sé si lo que yo haga va a ser útil. No sé, ni por dónde empezar.” Yo tenía una idea de lo que podía encontrarme aquí, pero hasta que no lo ves con tus propios ojos, no entiendes la complejidad de la situación sanitaria en un país en vías de desarrollo. Poco a poco, junto con el resto de voluntarios, fuimos aceptando esa realidad y calibrando cuál era la mejor forma de aportar nuestro granito de arena.
Entendí que es mejor no esperar nada; simplemente ofrecer mi colaboración, sugiriendo desde el respeto, con alegría y mucho cariño. Los frutos de nuestro trabajo como voluntarios, quizás, se verán más adelante. Y así, poco a poco, trabajando mano a mano con las matronas y el resto del personal, semana tras semana, empecé a ver que algunas de las cosas que sugería las aceptaban y las aplicaban. Con el tiempo percibí que confiaban en mí, y contaban conmigo como una trabajadora más del hospital. La realidad es que aprendemos todos unos de otros, compartiendo nuestras experiencias profesionales. Y ésta es la mayor recompensa que puedo tener.
También aprendo diariamente de mis pacientes
, ya que demuestran ser unas auténticas heroínas. No han sido pocas las dificultades que me he encontrado, pero junto con las campañas de obstetricia, Guille y mi equipo maravilloso de médicos (Silvia, Palu, Nuria, Nieves, Alex, Isa…) hemos tirado siempre hacia adelante. Conocerles ha sido también de lo mejor que me ha pasado este año. Todo esto convierte mi estancia en Uganda en una experiencia personal y profesional única. Probablemente, una de las mejores de mi vida. La maternidad de Lodonga ha hecho que me enamore más de mi profesión. Estoy segura de que todo lo que estoy viviendo aquí, se quedará para siempre grabado en mi corazón. Gracias Idiwaka, gracias África Directo por hacer esto posible.
Goretti.
Blog de IDIWAKA 