Han pasado ya más de dos meses desde que llegué a Kueka, un hospital de Foumban en Camerún. Antes de venir aquí tenía una idea clara de lo que quería hacer con muchos proyectos para la farmacia, pero cuando llegas te das cuenta de que muchos de ellos no se pueden llevar a cabo porque aquí las cosas funcionan distinto y muchos otros, aunque sí los puedes hacer mientras estés aquí, sabes que en cuanto te vayas, se van a dejar de hacer. Y puedes llegar a pensar que tu estancia aquí no sirve de nada pero siempre se puede hacer algo, al final tienes que adaptarte a su ritmo, a su forma de ser, a su forma de trabajar… e intentar aportar lo que puedas. Aquí yo creo que los voluntarios lo que más podemos aportar es formación, porque ellos no tienen la misma oportunidad de aprender los conocimientos que nos enseñan a nosotros y se lo podemos transmitir porque a la larga les van a resultar muy útiles y sobre todo les va a permitir ser independientes a la hora de trabajar.
Al final eres tú el que viene de fuera y el que tiene que cambiar porque tú estas aquí una temporada pero son ellos los que trabajan aquí y los que van a continuar así que te marcas un objetivo, aportar tu granito de arena lo mejor que puedas y que pienses que va a mejorar su trabajo. A veces el trabajo aquí te puede venir grande porque sabes que se podrían hacer tantas cosas y mejorar las que ya están y no salen porque a veces no te dejan o porque también te falta a tí formación para llevarlo a cabo, es complicado.
Por contar un poco de mi caso, por ejemplo, una de las cosas en las que estoy poniendo más hincapié es en enseñarles la importancia de los antibióticos porque aquí los prescriben sin tener mucho cuidado y al final se están generando muchas resistencias, un problema grave que ya les está afectando a los pacientes, pero de momento sólo lo estamos aplicando a nivel de la farmacia y el paciente no se toma muy en serio el tratamiento así que todavía queda mucho por hacer y espero que en el tiempo que me queda aquí lo consigamos.
En definitiva, estoy contenta de haber venido porque aunque mi estancia aquí no está dando los resultados que esperaba sí que pienso que algo ha cambiado la farmacia y sobre todo he conocido a gente muy distinta con los que paso muchas horas en la farmacia y al final creo que he aprendido más de lo que “he enseñado” porque al estar aquí ves otro mundo del que estás acostumbrado y ya no es la pobreza sino que a mí lo que más me ha chocado es su cultura y su mentalidad… pero lo mismo pensarán ellos de los que venimos.
Con todo lo bueno y lo malo de esta experiencia, yo no me arrepiento de estar aquí y me llevo un montón de recuerdos y sobre todo personas que sé que nunca voy a olvidar.
Sofía Olmeda.
